El debate global sobre la seguridad del paracetamol durante el embarazo ganó relevancia tras las declaraciones de septiembre del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien vinculó el consumo de este medicamento con el desarrollo de autismo en niños y aconsejó a las mujeres embarazadas dejar de tomarlo. Ahora, un nuevo y extenso estudio publicado en el *British Medical Journal* (BMJ), dirigido por la Universidad de Liverpool, en el Reino Unido, concluye que no existe evidencia confiable que conecte el uso del paracetamol con el autismo o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en los niños.

En la investigación publicada recientemente, el equipo de científicos revisó nueve análisis sistemáticos que abarcaban 40 estudios observacionales sobre el uso de paracetamol durante el embarazo y su posible relación con el autismo, el TDAH y otros trastornos del neurodesarrollo en los hijos. Las afirmaciones de Trump ya habían causado controversia dentro de la comunidad médica, con expertos de todo el mundo que cuestionaron sus comentarios. Entre las organizaciones, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) se unió al consenso global, como informó *Infobae*: en un comunicado emitido por su Comité de Crecimiento y Desarrollo, la entidad sostuvo que “no hay pruebas científicas consistentes que vinculen el medicamento con esa condición neuropsicológica”.

En la misma línea, la Confederación Autismo de España afirmó que las declaraciones de Trump carecían de “toda base científica” y constituían un “potencial riesgo para la salud pública global”.

Resultados del nuevo estudio sobre el paracetamol
Los investigadores evaluaron la calidad de la evidencia disponible y concluyeron que la confiabilidad de los hallazgos de los estudios revisados era «baja a críticamente baja». La profesora Shakila Thangaratinam, obstetra y autora principal de la revisión, explicó: “Las mujeres deben ser conscientes de que la evidencia actual no respalda un vínculo claro entre el paracetamol y el autismo o el TDAH”.

Aunque la mayoría de las revisiones sugirieron una posible relación entre el consumo materno de paracetamol y el diagnóstico de autismo o TDAH en los niños, siete de los nueve estudios advirtieron sobre el riesgo de sesgos y factores no controlados, como la genética familiar y el entorno.

«Las autoridades reguladoras, los médicos, las mujeres embarazadas, los padres y las personas afectadas por el autismo y el TDAH deben ser informados sobre la baja calidad de las revisiones actuales, y debe recomendarse a las mujeres el uso del paracetamol solo cuando sea necesario para tratar el dolor o la fiebre durante el embarazo», señalaron los investigadores en un comunicado. Thangaratinam también destacó que, si una mujer embarazada necesita tratar fiebre o dolor, debería hacerlo, ya que la fiebre elevada no tratada puede ser peligrosa para el feto.

El estudio indicó que, en los pocos análisis donde se ajustaron las variables genéticas y ambientales, la relación entre el paracetamol y los trastornos desapareció o disminuyó de manera significativa. “Si hay antecedentes familiares de autismo o TDAH, es probable que esa sea la causa del diagnóstico, más que el uso de paracetamol durante el embarazo”, subrayó la investigadora británica.

La profesora Louise Kenny, directora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Liverpool, declaró: “La evidencia actual no muestra una relación clara entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo, pero nuestro trabajo también resalta la falta de datos sobre medicamentos durante el embarazo. Esto pone de manifiesto el problema más amplio de la histórica y continua escasez de inversión en la investigación sobre la salud femenina».

Opinión de expertos internacionales sobre la nueva revisión
Varios especialistas internacionales respaldaron estos resultados. El profesor Dimitrios Siassakos, del University College London, afirmó en declaraciones al *Science Media Center*: “El paracetamol es el medicamento más seguro para usar durante el embarazo y ha sido utilizado por la mayoría de las mujeres embarazadas en todo el mundo durante décadas, sin efectos sobre el autismo o el TDAH”. Siassakos advirtió que la fiebre materna no tratada es un riesgo para el desarrollo fetal, mientras que el paracetamol sigue siendo la opción recomendada para su manejo.

Por su parte, Steven Kapp, profesor de Psicología en la Universidad de Portsmouth, señaló: “La evidencia actual sugiere que el paracetamol no causa autismo, TDAH ni discapacidad intelectual”.

Kapp remarcó que los estudios de mayor calidad, como los que comparan hermanos expuestos y no expuestos al medicamento, no han encontrado ninguna relación, según declaraciones al *Science Media Center*. En las últimas semanas, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) reiteraron que no hay evidencia científica que vincule el uso de paracetamol durante el embarazo con el desarrollo de autismo en los niños. La EMA indicó que las recomendaciones sobre este medicamento permanecen sin cambios: puede utilizarse bajo control médico y en la dosis y frecuencia más bajas posibles.

La OMS resaltó que, a pesar de numerosos estudios de gran escala, no se ha identificado ninguna relación consistente entre el paracetamol y el autismo, y subrayó la naturaleza multifactorial de este trastorno.

El informe mencionado de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) detalló que el autismo tiene un origen multifactorial, con una alta heredabilidad y riesgo de recurrencia en hermanos de entre el 10% y el 20%.

El debate público tras las declaraciones de Trump
La controversia pública se intensificó luego de las declaraciones del presidente Trump en septiembre de 2025, cuando sugirió que las mujeres embarazadas deberían “luchar con todas sus fuerzas” para evitar el paracetamol, lo que generó preocupación y confusión social. Esas afirmaciones fueron rápidamente refutadas por expertos y organizaciones médicas, que alertaron sobre el peligro de difundir información no respaldada por la ciencia. La OMS y la EMA insistieron en que la evidencia actual no justifica modificar las recomendaciones vigentes sobre el uso del medicamento durante la gestación.

Andrés Luccisano, médico psiquiatra infantojuvenil y subjefe del servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires, comentó a *Infobae*: “Es sorprendente que haya sido un político, y no una entidad científica, quien comunicara posibles vínculos entre el paracetamol durante el embarazo y el autismo. Aún más sorprendente es que los datos disponibles no tienen la robustez necesaria ni una muestra adecuada para establecer una relación causal”.

“El autismo es un trastorno de origen multicausal, que involucra factores genéticos, congénitos, metabólicos, inflamatorios, anatómicos y ambientales. Reducir su etiología solo al uso de paracetamol simplifica en exceso el diagnóstico y el tratamiento integral”, sostuvo Luccisano.

La psiquiatra infantojuvenil Alexia Rattazzi opinó: “Hoy, según los estudios existentes, no queda claro si hay una asociación entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo. Los resultados en general son contradictorios y no son concluyentes. Hay, por ejemplo, una revisión reciente que encontró una asociación, pero también un estudio sueco de 2024 que no halló ninguna relación, y es interesante porque la cohorte de personas en el estudio supera las 2.4 millones”.

“Las recomendaciones actuales para las mujeres embarazadas es que sean cautas y que el uso de paracetamol se limite a situaciones puntuales”, agregó Rattazzi.

IDC