Ha llegado el momento decisivo para Rodrigo Paz Pereira. El sucesor de una dinastía política, al igual que lo hizo su padre, Jaime Paz Zamora, en 1989, se pondrá la banda y la medalla presidencial en una ceremonia cargada de expectativas. A partir de ahí, comenzará el reto más grande de su vida: liderar un país cuya economía su propio equipo ha calificado de «devastada» y «en cuidados intensivos».
Luis Arce deja tras de sí un panorama económico complicado: una caída del PIB de -2,4 % en el primer semestre, una inflación que alcanzó el 19,2 % en los primeros diez meses de 2025, un déficit fiscal cercano al 5 % hasta junio, además de una escasez de dólares y sectores paralizados por la crisis de los combustibles.
La ceremonia central de toma de posesión está programada para las 10:00 en el nuevo edificio del legislativo, una construcción polémica realizada durante el gobierno del MAS. Primero jurará su compañero de fórmula, Edmand Lara Montaño, un excapitán de la Policía que ha anunciado que asistirá al evento vistiendo el uniforme de la institución de la que fue dado de baja. Será Lara quien tome el juramento a Rodrigo Paz, quien luego ofrecerá un discurso a la nación donde delineará los principales objetivos de su gobierno. Desde su victoria en el balotaje del 19 de octubre, ha adelantado las líneas maestras de su gestión.
El país cambiará su enfoque en relaciones internacionales, buscando una mayor cercanía con Estados Unidos, colaborará más estrechamente con los sectores productivos y diseñará un nuevo esquema de redistribución de recursos con las regiones. Este 8 de noviembre marca el fin oficial de casi dos décadas del MAS en el poder, cuyo legado ha quedado empañado por la corrupción, la desinstitucionalización, el sometimiento del poder judicial y proyectos estatales millonarios pero ineficaces. En este sentido, el expresidente Jorge Quiroga señaló que este período estuvo marcado por el «despilfarro y saqueo».
Por ello, la llegada de Paz a la presidencia y las señales que ha dado hasta ahora generan una gran expectativa sobre el rumbo que tomará el país. Se espera la llegada de 52 delegaciones internacionales y cinco presidentes de la región. Ya habían llegado a La Paz Yamandú Orsi (Uruguay) y Gabriel Boric (Chile). Además, se espera la presencia de Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay) y Daniel Noboa (Ecuador). Estados Unidos envió a su subsecretario de Estado, Christopher Landau, quien, al llegar al aeropuerto de El Alto, destacó el inicio de una nueva etapa de cooperación entre ambas naciones.
Se anticipa que este mismo sábado, Paz tome juramento a su primer gabinete. En los últimos días se han filtrado listas y ha habido una danza de nombres y especulaciones sobre posibles ministros. Todo parece indicar que los economistas José Gabriel Espinoza y José Luis Lupo serán figuras clave en su círculo cercano. Desde el Partido Demócrata Cristiano (PDC), la agrupación con la que Paz asumió la presidencia, anunciaron que habrá una reducción en el número de ministerios, aunque esto aún no ha sido confirmado.
IDC

