La imagen del cierre se volvió más común de lo que sus simpatizantes imaginaban. Racing superó a Boca y lo dejó afuera del Torneo Clausura; de esta manera, por tercera vez en lo que va de 2025, el plantel se retiró de la Bombonera con la cabeza gacha y sin oportunidad de revancha ante una hinchada molesta y cargada de frustración. Aunque las estadísticas señalan un porcentaje alto de puntos obtenidos, los golpes más duros del año se dieron en su propio terreno. Un estadio acostumbrado a grandes noches y consagraciones, esta vez el Alberto J. Armando no pudo funcionar como aquella fortaleza impenetrable que fue en otros tiempos. Si bien el rendimiento en casa acompañó un año irregular, no deja de llamar la atención que haya quedado eliminado en tres competencias distintas jugando ante su público.

Los números indican que Boca afrontó 22 encuentros en la Bombonera durante 2025: ganó 14 (con Alianza Lima quedó afuera por penales), igualó 5 (ante Lanús avanzó desde los doce pasos) y perdió sólo 3. Desde aquel 0-0 frente a Argentinos Juniors, con Fernando Gago al mando en la jornada inicial del Torneo Apertura, hasta el reciente 0-1 con Racing en la semifinal del Clausura, existieron alegrías pasajeras, un festejo superclásico para el recuerdo y tres eliminaciones consecutivas. Una eficacia del 71% no es baja, pero haber quedado en el camino tres veces jugando de local se vuelve un dato contundente. Primero en la Fase 2 de la Libertadores, donde venció a Alianza Lima y luego cayó en los penales. Después, en el Apertura, cuando Independiente lo superó 1-0 en cuartos. Y finalmente, en el Clausura, de donde se despidió anoche en semifinales tras la derrota frente a Racing, también por 1-0. El año comenzó condicionado por aquella caída en la Copa, pero meses más tarde todo parecía encaminarse para ilusionarse con un cierre positivo. El ciclo de Claudio Úbeda había mostrado cierta firmeza, con cinco triunfos seguidos en el tramo clave, pero terminó sucumbiendo en un 2025 poco favorable para Boca.

En un panorama en el que apenas sobresale la clasificación a la fase de grupos de la próxima Libertadores, por primera vez en tres temporadas, que la Bombonera no haya sido el refugio habitual de este equipo no parece una coincidencia, sino el resultado directo de lo ocurrido.

 

IDC